La celebración del ascenso arrancó en el AVE y acabó...
• Los de Pepe Mel, fiel al estilo del club, certifican un ascenso que se ha hecho esperar y lo hacen del modo más complicado: sufriendo tras perder por la mañana y a bordo de un tren de regreso a casa • El vagón número 22 del AVE 03972 pegó un salto a las 18:51 horas • Fiestón en verdiblanco en el tren y luego en la noche sevillana
15 de mayo de 2011. San Isidro. 18:51 horas. Diez años después, el Real Betis Balompié firma un nuevo ascenso a la máxima categoría del fútbol español. No es uno más, sino el más peculiar del mundo. El retorno a Primera división se produjo con las fuerzas vivas del cuadro verdiblanco montadas en el vagón número 22 del AVE 03942.
Mel echa el freno de mano
Pepe Mel se había montado en el tren de regreso a Sevilla con la lección bien aprendida. En poco más de una semana se ha doctorado en 'medias celebraciones'... sobre todo tras perder por la mañana en el Nou Estadi de Tarragona un partido que a falta de siete minutos tenían empatado y en el que acabaron con nueve jugadores.
Al final de la primera parte del partido del Granada en Alcorcón -la derrota nazarí significaba el ascenso matemático de una vez por todas, sin tener que estar pendientes de posibles resoluciones de los Comités ni de nada-, el conjunto madrileño se adelanta de penalti. La prensa acude en masa al vagón del Betis a pulsar sensaciones. "No, no, no. Por favor, hay que esperar a que acabe", salta Mel como un resorte. Se le hace caso.
Un carrito bloquea el ascenso
Pasa el tiempo y el Granada no reacciona. Quedan sólo diez minutos y la prensa se agolpa a la puerta del vagón bético. Una azafata con cero tino aparece con un carrito lleno de zumos. "Esa mujer es una inoportuna", brama la canallesca. A falta de unos instantes para el final en Santo Domingo, la escena la firmaría Berlanga: no cabe un alfiler pero sólo hay una radio operativa.
Una sola radio para cien personas
"¿Cuánto queda?", "Esto no se acaba nunca...". Los consejeros verdiblancos musitan por las esquinas. "¡Preparad el champán!", se escucha desde el vagón de los jugadores. Cuenta atrás. Se grita al unísono. Cinco, cuatro, tres, dos... "¡Gol en Alcorcón!". La sangre se hiela en las venas.
Es Ignacio Lasa, jefe de márketing y único pasajero con una radio encendida. Silencio sepulcral. Indigestión. Medio segundo eterno... "¡¡¡¡Gooool del Alcorcón!!!!". El AVE pasa por algún punto entre Guadalajara y Madrid... La alegría se desborda dentro. Es una alegría de verde y blanco. Objetivo cumplido.
A un histórico como Rafael Gordillo se le humedecen los ojos y tampoco hace nada por evitarlo. Mel desenfunda entonces la copa de champán que llevaba horas metida en manteca. El Betis vuelve a Primera división. Es de Primera. "Cariño, estoy con la prensa. Un minuto", contesta Mel al teléfono rodeado de un puñado de cámaras y móviles. A celebrarlo.
"Hola, hola, hola... Rafael"
El vagón de los futbolistas verdiblancos sí se convierte en una locura. Decenas de aficionados tratan de acceder. Aquello es una sauna. Elegí un mal día para llevar manga larga. Emaná, Vega y algún otro se suben a las butacas y arrancan a cantar. Pepe Mel, Ríos, Miguel Guillén... toda la tropa de chaqueta y corbata se funde en abrazos con los peloteros.
El utillero Acuña, desde tiempos inmemoriales conocido como 'Curita', marca la pauta. "Paga las primas, Gordillo paga las primas...". Cachondeo máximo. El caduco "Hola hola don Manuel" se ha convertido en "Hola hola Rafael". Guasa, mucha guasa. Ya no hace falta el 'don' delante del nombre. Son otros tiempos.
"Achille quédate..."
El beticismo militante toma posiciones. "Nosotros te queremos, Achille quédate". Directo a Emaná. El africano, mientras, canta algo relativo a unas primas. Risas. Luego se pintaría la cabeza de verde y blanco. Iriney es el más jaleado por los aficionados. Sevilla está más cerca. Comienza a escasear la bebida en el bar. Sevilla ya se ve. "Esto está acolapsado total", dice un exultante Gordillo.
Fiesta en la calle betis
Con algo de retraso, suficiente por cierto para pleitear una devolución de parte del importe del billete, arriba la expedición en Santa Justa. La 'marea verdiblanca' envolvió el autobús del líder de la Liga Adelante de Segunda división. La noche prometía. Y no defraudó. El baño de masas fue de los que hacen época. Equipo, Consejo de Administración y afición se prometieron 'amor eterno'.
Para este lunes por la tarde está programa una recepción en el Ayuntamiento de la ciudad sevillana. Luego habrá cena oficial y posteriormente fiesta privada en un conocido local de moda, que se ubica en la calle Betis. No podía ser otra. Arranca una nueva era en verdiblanco.
Antes, sofocón en Tarragona
Antes de todo esto, por la mañana, el Betis tuvo la oportunidad de resolver el ascenso en el Nou Estadi de Tarragona, pero pegó el 'gatillazo'. Los de Mel saltaron fríos ante un Nàstic que se jugaba la vida y no se sintieron cómodos.
El colegiado Sureda Cuenca puso su grano de arena para que así fuera. Acribilló al Betis a base de tarjetas. Los hispalenses acabaron con nueve. Da igual. Eso es Segunda división. Agua pasada
fuente texto marca.com
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